"Uno es a menudo
ayudado y animado por la fe sencilla de alguno de los queridos españoles.
La esposa de un
comerciante convertido relata lo siguiente:
"Poco a poco
estoy aprendiendo el significado de estas palabras "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias." (Fil 4:6); pero mi marido conoce mucho más sobre eso que yo. La otra
mañana no teníamos nada en la casa para darle a los niños en el desayuno, y
tampoco dinero para comprar. Mientras se vestía, mi marido dijo, "Pide al
lechero que te de leche a cambio de un par de botas, y el Señor proveerá
mientras el día avanza". Esto hicimos, y estuvimos orando juntos. Mi
marido entonces fue a la tienda. Pero... nuestra fe iba a ser probada un poco
más, porque él tuvo la desgracia de cortarse la parte superior de uno de sus
dedos. Viendo que era un accidente serio, yo empecé a gritar, "Estamos peor que nunca; sin dinero y
sin mano para trabajar."
Mi marido de nuevo repitió un versículo de la Biblia, y entonces
corrió al hospital. Pensando que él había ido a un doctor y en lo que costaría,
a su regreso dije, "¿Cómo pagaremos al doctor ahora que tú no puedes
trabajar?" "¡Oh!", me dijo, "no hay nada que pagar porque
yo haya visitado el hospital. Nuestro Padre en los cielos sabe cómo arreglar
todo; lo que él nos manda es para nuestro bien; y lo que es más maravilloso es
que no siento dolor; y nosotros sabemos que todo obra para el bien de los que
aman a Dios."
"A las dos horas un hombre que vivía lejos llamó para pagar un
billete de larga-estancia (unas 5 libras). Sólo podíamos agradecer al Señor por
haberle puesto en su corazón el venir ese día cuando nuestra necesidad era tan
grande. Desde entonces nuestra fe ha sido a veces probada, pero el Señor
siempre provee fielmente."
Este querido hermano ha aprendido a conocer a Dios como su Padre, y
también a escucharle en su Palabra. Cuando él vino a decirme que su bebé había
muerto, dijo: "Sabiendo que ella no se pondría mejor, y siendo incapaz de
soportar el intenso sufrimiento, me encerré en una habitación y oré al Señor
que se la llevara pronto con él. Mi oración fue respondida, y solo puedo decir,
"Señor, gracias, porque tú has hecho conforme a tu voluntad".
"Si nuestra fe fuera más sencilla
Le escucharíamos en su Palabra,
Y nuestra vida sería como el alba
en la presencia de nuestro Señor."
Dios se deleita en nuestra dependencia que como niños tengamos fe y
confianza.
Abraham cuando fue llamado para ofrecer a su hijo Isaac para ser sacrificado,
obedeció, y tomó su navaja para hincársela. Fue entonces cuando oyó la voz del
ángel del Señor, diciendo, "no
pongas tu mano sobre el joven, ni le hagas nada; porque ahora sé que tienes
temor de Dios, viendo que no me has rechazado a tu hijo, tú hijo único..."
Hebreos 11:17 dice, "Por fe Abraham cuando fue probado ofreció a Isaac...
confiando en que Dios era capaz de resucitarle de los muertos." Dios se
deleitó al ver la fe de su siervo, y después le habló como amigo.
En este ejemplo vemos la obediencia de la fe, y este privilegio puede
ser nuestro hoy, porque el Señor dijo, "Vosotros
sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando"."
Fdo. Ellen Heighes.
(Publicado en la
revista "Gleanings from Spain", núm 10, octubre de 1.905, traducido
del inglés)
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