martes, 10 de junio de 2014

Noticias desde Zaragoza, Septiembre de 1.905


 
"Uno es a menudo ayudado y animado por la fe sencilla de alguno de los queridos españoles.

La esposa de un comerciante convertido relata lo siguiente:

"Poco a poco estoy aprendiendo el significado de estas palabras "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias." (Fil 4:6); pero mi marido conoce mucho más sobre eso que yo. La otra mañana no teníamos nada en la casa para darle a los niños en el desayuno, y tampoco dinero para comprar. Mientras se vestía, mi marido dijo, "Pide al lechero que te de leche a cambio de un par de botas, y el Señor proveerá mientras el día avanza". Esto hicimos, y estuvimos orando juntos. Mi marido entonces fue a la tienda. Pero... nuestra fe iba a ser probada un poco más, porque él tuvo la desgracia de cortarse la parte superior de uno de sus dedos. Viendo que era un accidente serio, yo empecé a gritar, "Estamos peor que nunca; sin dinero y sin mano para trabajar."

Mi marido de nuevo repitió un versículo de la Biblia, y entonces corrió al hospital. Pensando que él había ido a un doctor y en lo que costaría, a su regreso dije, "¿Cómo pagaremos al doctor ahora que tú no puedes trabajar?" "¡Oh!", me dijo, "no hay nada que pagar porque yo haya visitado el hospital. Nuestro Padre en los cielos sabe cómo arreglar todo; lo que él nos manda es para nuestro bien; y lo que es más maravilloso es que no siento dolor; y nosotros sabemos que todo obra para el bien de los que aman a Dios."

"A las dos horas un hombre que vivía lejos llamó para pagar un billete de larga-estancia (unas 5 libras). Sólo podíamos agradecer al Señor por haberle puesto en su corazón el venir ese día cuando nuestra necesidad era tan grande. Desde entonces nuestra fe ha sido a veces probada, pero el Señor siempre provee fielmente."

Este querido hermano ha aprendido a conocer a Dios como su Padre, y también a escucharle en su Palabra. Cuando él vino a decirme que su bebé había muerto, dijo: "Sabiendo que ella no se pondría mejor, y siendo incapaz de soportar el intenso sufrimiento, me encerré en una habitación y oré al Señor que se la llevara pronto con él. Mi oración fue respondida, y solo puedo decir, "Señor, gracias, porque tú has hecho conforme a tu voluntad".

"Si nuestra fe fuera más sencilla

Le escucharíamos en su Palabra,

Y nuestra vida sería como el alba

en la presencia de nuestro Señor."

Dios se deleita en nuestra dependencia que como niños tengamos fe y confianza.

Abraham cuando fue llamado para ofrecer a su hijo Isaac para ser sacrificado, obedeció, y tomó su navaja para hincársela. Fue entonces cuando oyó la voz del ángel del Señor, diciendo, "no pongas tu mano sobre el joven, ni le hagas nada; porque ahora sé que tienes temor de Dios, viendo que no me has rechazado a tu hijo, tú hijo único..." Hebreos 11:17 dice, "Por fe Abraham cuando fue probado ofreció a Isaac... confiando en que Dios era capaz de resucitarle de los muertos." Dios se deleitó al ver la fe de su siervo, y después le habló como amigo.

En este ejemplo vemos la obediencia de la fe, y este privilegio puede ser nuestro hoy, porque el Señor dijo, "Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando"."

 

Fdo. Ellen Heighes.

 

(Publicado en la revista "Gleanings from Spain", núm 10, octubre de 1.905, traducido del inglés)

 

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