"El día 21 de octubre último y en la iglesia de
Duque-Sesto, Vallecas, Avda. de San Diego, tuvo lugar el culto de encomendación
de nuestro amado hermano D. Juan Solé Herrera.
La noticia, dicha así a secas, sólo tendría un valor
objetivo de mera información, con sentido muy limitado de lo que va implícito
detrás del acto.
Nuestro amado hermano Sr. Solé, bien conocido en nuestros
círculos por su múltiple actuación a lo largo de más de un cuarto de siglo en
las filas del Evangelio, se ha integrado a un servicio pleno, total, dejando a
un lado todo aquello que había constituido hasta este momento una labor
cotidiana, su afán en la vida secular con una amplia responsabilidad por el
puesto escalado, y de esta forma libre dará todo su tiempo para un servicio más
consagrado, más profundo, más amplio y fecundo al mismo tiempo.
Nos encontramos en un terreno sumamente difícil cuando
tenemos que valorar las decisiones de otros, cuando hemos de emitir una
impresión o un juicio en un terreno tan delicado como el del sentir personal, y
en esta ocasión nos apoyamos en las propias palabras del señor Solé cuando nos
refería, durante el culto de encomendación, cómo había llegado al pleno
convencimiento de la llamada del Señor hasta tomar esa decisión final. Fue
realmente decisiva la visión de servicio que tuvo en los últimos tiempos, la
consideración de valores, la aceptación sin más resistencia o limitación a la
voluntad del Señor, que momento tras momento venía teniendo presente en sus
acciones dentro y fuera del campo del Servicio. No fue un arranque desesperado
o una decisión tomada a la tremenda, más bien todo lo contrario, un inclinar su
voluntad y su cabeza y decirle al Señor, ¡como tú quieres, Señor!...
El culto llevado a cabo por los hermanos de su Asamblea
contó con una nutridísima asistencia de los hermanos de otras Asambleas de
Madrid y en cada participación se dejó sentir el gozo que tal ocasión
representaba para el pueblo presente en aquella ocasión y también para el
ausente.
El Consejo de Ancianos de Duque-Sesto-Vallecas, impuso
sus manos sobre el sr. Solé como una declaración de plena identificación en la
salida a la obra de este nuevo siervo de Dios.
Toda salida de nuevos obreros lleva implícita la
responsabilidad de las Asambleas, ya que en nuestra mayordomía hemos de hacer
provisión con nuestra comunión en el sentido más amplio de la palabra, comunión
en una total identificación tanto en lo espiritual como en lo material.
Desde estas páginas deseamos a nuestro amado hermano y
colaborador un rico servicio y ministerio, conforme a los dones recibidos del
Señor."
Escrito por Leandro Roldán.
Publicado en la revista Edificación Cristiana, noviembre
de 1.972
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