"La tarde del
sábado 18 de septiembre (1.971) fue testigo de otro acto de gran significación
que tuvo lugar en la iglesia de la calle de Trafalgar, 32, a las 8 de la noche:
la encomendación a la obra del Señor en España del querido matrimonio formado
por Purita Suárez y Pedro Inglés.
A este acto
estuvieron asociadas de forma especial las iglesias hermanas en calle Duque de
Sesto-Vallecas y Pinzón (Carabanchel), con amplia representación de sus
ancianos y miembros. También fue motivo de gozo contar con la presencia de
hermanos responsables de otras iglesias de Madrid.
La presidencia
corrió a cargo de la iglesia de Trafalgar, la cual hizo una presentación de los
esposos señores Inglés, así como de su servicio anterior, su vocación y
llamamiento, exponiendo acto seguido el gozo que era para todos los presentes
la salida de este matrimonio a la Obra en España, frente a la gran necesidad de
“hombres y mujeres libres para el servicio tan tremendo a realizar”, subrayando
al mismo tiempo la responsabilidad que entrañaba, a la vez que privilegio, para
las iglesias vinculadas a este acto, en especial para la de Trafalgar.
Cuando tomó la
palabra el hermano Pedro Inglés para contarnos cómo fue el proceso de su
llamada al servicio, lo hizo partiendo de la personalidad propia de cada uno –la
de su esposa y la suya-, y nos fue llevando por el camino de su propia
experiencia vivida hasta el momento del encuentro definitivo y de la respuesta
última a su Señor.
Palabras a
recordar son aquellas que Pedro nos dijo: “El Señor fue ganando poco a poco mi
personalidad de tal manera que sentí una plena dependencia de Él, con un firme
convencimiento de que mi SER tenía que convertirse en HACER…” Unas veces hablaba
en singular, expresando procesos suyos o de su esposa, otras veces en plural,
expresando experiencias compartidas en común: “No quedaron reductos invencibles
en nosotros, y nos pusimos a comprobar, con mayor entrega aún, la realidad de
nuestro espíritu de sacrificio y la indiferencia ante el riesgo, poniéndonos
totalmente en las manos del Señor, para ver si era Su voluntad y para ver si lo
que pensábamos en teoría correspondía a la realidad vital y práctica…” “Hemos
entendido bien que no sólo basta con ver las necesidades, es absolutamente
preciso identificarse con ellas…”
Las oraciones de
encomendación fueron pronunciadas por hermanos de las iglesias citadas y por
los de Trafalgar. El coro de la iglesia puso su nota musical en el ambiente con
alegría, voces cálidas de simpatía y comunión hacia el joven matrimonio.
Las palabras de
ministerio finales, en un espacio de tiempo ya algo reducido, quedaron a cargo
de don Ernesto Trenchard. Podemos destacar que, en síntesis, su mensaje quedó condensado
en la siguiente frase: “LA VISIÓN Y LA CARGA”, lección basada sobre el
evangelio según Mateo 9:35-48, y el mandato de “ID VOSOTROS…”
Tras una ofrenda
de dedicación a nuestros hermanos, como primer paso de comunión práctica, la
reunión tocó a su fin, dando paso a un momento más íntimo y personal de saludos
a nuestros amados hermanos.
¿Y ahora qué?
Ahora queda nuestra responsabilidad de seguir encomendando cada día a nuestros
hermanos a la Gracia del Señor, de la misma manera que debemos hacerlo también
cada día a favor de los demás siervos, muchos de los cuales han envejecido en
el servicio y están con la antorcha extendida esperando el relevo.
L. Roldán
(Revista “Edificación
Cristiana”, Diciembre de 1.971)
Nota: Pedro
Inglés y Puri Suárez continúan en la actualidad como obreros del Señor en
Linares (Jaén)
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