El pasado 10 de abril partía a la patria celestial
Juan López Soto a los 74 años de edad tras una breve enfermedad del corazón.
Juan fue el mayor de siete hermanos y le tocó ser
cristiano evangélico (o protestante) en los difíciles años de la posguerra
debido a la oposición del nacional-catolicismo.
Muy pronto tuvo que abandonar el colegio ante la
imposición de que tenía que realizar la “primera comunión” lo que le llevó a
trabajar desde su temprana edad para ayudar a mantener a la numerosa familia.
Desde pequeño aprendió la Palabra de Dios ya que
nació en una familia creyente y asistía a la iglesia en C/Cambroneras, 27 de
Linares (Jaén). En su juventud se bautizó lo que le convirtió en la cuarta
generación de cristianos evangélicos, aunque muy bien sabía que “Dios tiene
hijos y no nietos”. Algunos de sus profesores fueron grandes hombres (y mujeres
de Dios) como María Haselden y Rafael Villa. Desde muy joven mostró gran celo
en colaborar en la iglesia y en visitar a los pueblos vecinos como La Estación
de Linares-Baeza, Bailén, Baños de la Encina, La Carolina y Guarromán, para
apoyar el ministerio.
Compaginó su trabajo como soldador en la “Fundición
de Plomo de la Cruz” con sus responsabilidades en la iglesia como diácono y más
tarde como parte del Consejo de Ancianos de la iglesia en C/ Cambroneras, 27 de
Linares.
Se casó en 1.963 con Irene
Cañas Saeta, una joven de la iglesia de Linares y tuvieron cinco hijos, todos
creyentes que sirven en diferentes iglesias evangélicas de España y diez
nietos.
Su fidelidad y compromiso con los principios de las
Asambleas no le impidió visitar y colaborar con iglesias de otras
denominaciones, alegrándose siempre de que el evangelio se predicara y
creciera.
Su pasión por la historia le llevó a realizar un
trabajo de investigación sobre el comienzo de la obra protestante en la
provincia de Jaén que se remonta a mediados del s. XIX, lo que le llevó a
editar varios “Cuadernos para la Historia de la Provincia de Jaén” y su
culminación fue editar el libro: “Nuestras
RAICES EVANGÉLICAS en la Provincia de Jaén” ( Linares, 2010 ).
Allí reseña, brevemente, la vida de unos sesenta creyentes: españoles y
extranjeros, con numerosas fotografías.
Un versículo que resume su
vida sería el de 2Ti 4:7 "He peleado
la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe."
1 comentario:
Bonita y merecida reseña. Muchas gracias
Publicar un comentario