Charles Elton
C/ Martín Mate, 60
Béjar, Salamanca
"Durante la
primera parte del pasado mes, dos de nosotros nos marchamos de Madrid y vinimos
a Béjar. Después del calor y el bullicio de la ciudad, el cambio a un lugar
situado como este, entre las montañas, tan llenas de belleza natural, es de
hecho un placer, y causa que nuestro corazón le alabe "a quien nos dio
ricamente todas las cosas para disfrutar".
Hay un poco de
interés para escribir sobre el trabajo en el pueblo; las reuniones son
pequeñas, pero no sin bendición; los números rondan entre veinte y treinta; y
aunque damos gracias al Señor por lo que él está haciendo, y no tenemos en
menos las cosas pequeñas, aún deseamos ver mayor interés despertando entre
aquellos que "están sin Cristo, sin esperanza, y sin Dios en el
mundo".
Dificultades
peculiares se presentan aquí; por un lado hay fanatismo, por el otro,
indiferencia espiritual. La mayoría de los hombres son tejedores, y muchas
mujeres también están empleadas en este comercio, y como todas las empresas
están en las manos de personas fanáticas, es duro para aquellos que asisten a
las reuniones encontrar trabajo. Cuando hablamos con los hombres les encontramos
muy ansiosos de escuchar la Palabra, y con mucho gusto vendrían a la casa, pero
están temerosos de perder el trabajo. A pesar de estas cosas, el Señor nos ha
animado, y algunas veces nos alegramos al ver nuevas caras en la reunión, y
creemos que uno o dos han sido despertados al sentido de su necesidad, y
"no están lejos del reino". Valoramos mucho vuestras oraciones por Béjar.
El miércoles 19 de
julio, empezamos unos días de visitas. Nuestra primera parada fue Plasencia,
donde en los pasados años algún trabajo se había hecho. Habíamos pensado
encontrar a una creyente allí, y si fuera posible tener una reunión en su casa, pero ella
estaba enferma en el hospital, y nadie nos permitió verla, excepto en los días
de visita. Nos decepcionaron también sus amigos, que no nos dieron nada salvo la bienvenida.
Al siguiente día
pasamos, aún viajando al sur, a través de uno o dos pueblos pequeños, y, tras un
largo y cansado viaje, llegamos a Cáceres sobre las 10 de la noche. Aquí fuimos
muy calurosamente recibidos por el hermano que está "llevando el
esfuerzo" por el momento; estaba tan encantado de vernos, después de haber
estado solo por algún tiempo.
Nuestra visita aquí
duró por varios días, y disfrutamos la comunión en el Evangelio, y las
reuniones por la noche tuvieron buena asistencia. Un hermano, que ha dado buen
testimonio, estaba muy enfermo, y aparentemente cerca del fin de su
peregrinaje; estaba muy débil, y difícilmente podía hablarnos, pero tan lleno
de gozo con el pensamiento de pronto ver "al Rey en Su belleza y la tierra
que está más allá".
Regresamos a Béjar,
felices por el privilegio de haber visto y ayudado en la obra del Señor en este
pueblo.
El 2 de agosto
recibimos un cable diciendo que el señor Quintin había fallecido, y la misma
tarde salimos en nuestro viaje hacia Cáceres- esta vez por tren.
Llegamos a tiempo
para el funeral, y nunca olvidaremos el interés que despertó este evento, al ser
el primer funeral civil que el pueblo había visto, y fue una señal de victoria
para el Evangelio.
Multitudes de
personas respetables estuvieron en la calle, y confesamos sentirnos algo
nerviosos mientras ellos nos seguían hasta el cementerio. Pero allí el Señor
nos dio un buen tiempo, y aunque todo era nuevo, y había tanta gente reunida,
la atención dada mientras cantábamos y hablábamos del Evangelio, fue
verdaderamente maravillosa.
Por la tarde nos
dirigimos hasta Alcázar, un pueblo grande a algunas millas de distancia. Nos
encontramos a la mayoría de las personas en "la era", un amplio lugar
para trillar y aventar el maíz. Fuimos bien recibidos, y ningún tratado fue
rechazado.
Debido al interés
que se despertó a raíz del funeral, esperábamos una buena reunión por la noche,
y no fuimos decepcionados, porque antes de la hora habitual de la reunión la
entrada estaba llena; algunos tuvieron que sentarse en la plataforma, otros en
las escaleras, y muchos otros se quedaron de pie. El pueblo estuvo bien representado,
porque notamos a comerciantes, policías, soldados, oficiales de aduana,
guardias civiles, etc. De verdad, el Señor estaba con nosotros, y Su poder se
manifestó.
Al siguiente día
visitamos otro pueblo, llamado Malpartida, y tuvimos un buen tiempo
distribuyendo folletos y hablando una palabra donde encontrábamos un oído
atento. Regresamos a tiempo para la reunión de la noche.
Damos gracias al
Señor por su manifestación de gracia en Su presencia y poder, y por la victoria
dada.
Aquí, también,
probamos la promesa, "Antes de que llamen yo responderé, y mientras ellos
están hablando yo oiré". Como nos íbamos a ir al siguiente día, y como
muchos parecían interesados, le pedimos al Señor enviar a alguien para
enseñarles, y sin esperar una respuesta tan rápida, a la mañana siguiente,
antes de que nos fuéramos, los dos colportores llegaron, con la intención de
estar en la provincia por algún tiempo. Confiamos que muchos serán traídos
"fuera de la oscuridad a la luz", y "del poder de Satanás al de
Dios".
(Publicado en la
revista "Gleanings from Spain", núm 9, septiembre de 1.905, traducido
al español)
3 comentarios:
Hola!
Me llamo Ruth Cook y soy de la iglesia de Béjar. Estoy haciendo un trabajo sobre la historia de dicha iglesia y quisiera saber cómo podría conseguir copias de estas cartas. Muchas gracias
Hola!
Me llamo Ruth Cook y soy de la iglesia de Béjar. Estoy haciendo un trabajo sobre la historia de dicha iglesia y quería saber si se podría acceder o cómo conseguir más de estas cartas que hablan sobre el trabajo que hicieron estos misioneros en Béjar. Muchas gracias!
Ruth
Algunos ejemplares de la revista "Gleanings from Spain" se encuentran en el archivo del CEFB de Madrid. Ponerse en contacto en: http://cefb.es/contacto.php y dejar un correo de contacto.
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