"Oímos más de
los usual del trabajo del Señor en otras provincias mientras estamos en este
centro, porque los obreros españoles nos mantienen bien informados por sus
cartas. Éstas son a menudo muy buenas, ya que nos cuentan lo que el Señor ha hecho,
y cómo continuamente les da sabiduría y perseverancia en medio de la oposición.
Estos hermanos
ciertamente nunca se dan por vencidos en medio de muchas dificultades al dar a
conocer la verdad. Su firmeza es especialmente notable en los reportes dados
este mes sobre tres funerales. Para los españoles un funeral significa mucho.
En Ciudad Real el
trabajo va firme, y el número de asistentes a las reuniones ha ido
incrementando hasta que la cosecha y la vendimia comenzó, y les impidió seguir asistiendo.
El obrero en este
lugar es realmente un ganador de almas, y, no estando satisfecho con el terreno
hasta ahora cubierto, propone dejar dos reuniones en la ciudad a la semana, e
ir y visitar otros pueblos de alrededor. Espera hacer esto durante las próximas
seis semanas, y desea nuestras oraciones a favor de este esfuerzo para predicar
la Palabra allí donde aún no es conocida.
En Segovia, los
creyentes han sido muy animados, los tratados y el "Mensajero" han
sido muy bien recibidos en los pueblos donde las personas hasta ahora habían
sido indiferentes.
Desde Soria hay una
buena cantidad de tranquilas e interesantes reuniones. Aunque el número de
asistentes no ha sido grande, estamos agradecidos, ya que anteriormente muchos
disturbios se habían producido por causa de muchachitos y hacía que muchos no
se atrevieran a ir.
La feria anual se
celebrará pronto, y en ese tiempo personas de todas partes van a la ciudad para
comprar y vender, así que los obreros tendrán oportunidades de repartir
tratados y evangelios a los visitantes mientras están. Esto, de todas formas,
solo puede hacerse en las afueras de la ciudad, ya que no hay libertad de
hacerlo a la vista.
Hemos oídos de un
muchacho que ha sido gratamente ayudado por leer un poquito del "Mensajero
de la Verdad", y creemos que en respuesta a la oración, habrá una gran
cosecha de la semilla quietamente sembrada de esta forma. La promesa es
"recogeremos si no desmayamos".
(Publicado en la
revista "Gleanings from Spain", núm 9, septiembre de 1.905, traducido
del inglés)
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