"El
día 23 de abril de 1.968 partió a la presencia del Señor, a los 70 años de
edad, nuestro hermano don Enrique Angurell Martí, muy conocido en los medios
evangélicos, no tan sólo de Barcelona, sino de toda Cataluña y aun de España.
Muy
apreciado por su dedicación constante en pro del evangelio y muy amado por
todos cuantos lo conocíamos, por su carácter tan amable, bondadoso y presto
siempre a cualquier servicio para la causa de su Señor. Demostración palpable
de esta simpatía hacia él y su familia fue el acto del entierro, al que
acudieron centenares de personas, no tan sólo creyentes, sino también amigos y
simpatizantes que llenaron completamente la Capilla de calle Teruel y luego el
amplio recinto del Cementerio Protestante.
Fue
una magnífica ocasión para testimoniar de nuestra fe a muchas personas que,
conociendo el sencillo y limpio testimonio del hermano Angurell Martí, podían
ser exhortados con toda propiedad a seguir los caminos de Dios. Los mensajes
estuvieron a cargo de don Daniel González, en la iglesia y don Antonio
Martínez, en el Cementerio. Hemos de pedir que el Señor bendiga este último
testimonio dado por nuestro amado hermano aquí en la tierra.
Breves notas
biográficas:
Don
Enrique Angurell Martí nació el 29 de junio de 1.897, en Barcelona, en el seno
de una familia cristiana; de joven conoció y aceptó a Cristo como su Salvador
personal, siendo bautizado el día 8 de junio de 1.913, en la Iglesia de la
calle San Gabriel, ahora en Calle Teruel, 22.
Formaba
parte del Consejo de Ancianos de esta Iglesia, y en la actualidad tenía el
número 15 de orden de miembro de la misma, siendo, pues, de los más antiguos.
De
joven asistió a la Escuela Evangélica Diaria, de la calle San Gabriel, siendo
su maestro don Enrique Agraz.
En
1.930 colaboró en los inicios de la Obra en Calella y Pineda, poblaciones de la
costa catalana.
Fue
director de la revista "Verdades", dedicada especialmente a los niños
evangélicos, publicada de 1.932 a 1.936, en que cesó su aparición con motivo de
la guerra civil. Cuando sobrevino ésta, y fueron cerradas las Iglesias,
continuó su labor evangelística, y a principios de 1.937 abrió su hogar, donde
se celebraron cultos todos los domingos. Asimismo, al final de la guerra civil
española se reanudaron los cultos en su domicilio de calle San Gil, teniendo os
de la tarde un carácter marcadamente juvenil, congregándose jóvenes de todas
las denominaciones, incluso de poblaciones del contorno, como Tarrasa, etc., y
se fomentó el amor y la comunión por encima de barreras denominacionales. Estos
cultos, de los que muchísimos jóvenes de entonces guardan un gratísimo
recuerdo, continuaron por espacio de 6 años.
Colaboró
en la formación de la Iglesia en Villanueva y La Geltrú en el año 1.946, en la
fundación de la cual tanto laboró su hijo mayor, Enrique, hasta el año 1.952, y
en la que continuó colaborando con don Antonio Martínez, quien actualmente
lleva la Obra.
Recientemente
colaboraba en la Iglesia en Igualada, obra iniciada hace tres años por un grupo
de jóvenes de la Iglesia en calle Teruel, y que Dios bendice, a pesar de las
dificultades.
Fue
un gran defensor de las actividades juveniles y de la responsabilidad de los
mismos. En este sentido fue un inconformista, un hombre que luchó contra los
tradicionalismos y que procuró servir a su Señor, pero en la circunstancias del
día, no del siglo pasado, y siempre dentro de la más pura ortodoxia
cristiana."
(Publicado
en la revista "Edificación Cristiana", mayo-junio de 1.968)
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