miércoles, 29 de mayo de 2013

Albores de la Obra del Señor en Vigo (Redactado en 1.976, II parte).


1ª Etapa de la iglesia del Señor en Lavadores.

En el año 1.919, llegó a Marín (Pontevedra) don Edmundo Woodford, el cual había nacido en Londres en 1.881; después de once años ayudando a los señores Turrall, conoció a doña Elena, casándose con ella en 1.922 en dicha villa de Marín; luego estos amados siervos del Señor se fueron a servir a su Señor a las aldeas de Taboadela, Calvos de Bande, etc., en la provincia de Orense. Finalizada la guerra civil en 1.938 se establecieron en Vigo, donde el Señor les bendijo grandemente en la Iglesia de Aranda, 31.
Todos los creyentes de la zona de Lavadores seguíamos formando una sola iglesia en calle G. Aranda; por esta fecha, 1.942, la dueña del antiguo local en Severino Cobas, 58, le "rogó" a don Edmundo que le volviera a alquilar el bajito de su casa, el cual fue nuevamente alquilado y acondicionado para celebrar un culto semanal, manteniendo de esta manera el testimonio público con el correspondiente permiso gubernativo; dicho culto se hacía los miércoles de cada semana, y así llegamos al año 1.953, cuando los ancianos y don Edmundo, juntamente con toda la iglesia, vieron la necesidad de que todos los hermanos que residíamos en esta zona de Lavadores pasáramos de "Anexo" a establecernos como iglesia local, para la gloria del Señor, y al mismo tiempo a todos nos era más cómodo porque no teníamos que desplazarnos unos tres kilómetros (pues esa es la distancia que habrá entre Lavadores y G. Aranda).

2ª Etapa...

(Continuará)
(Redacción: Josué González)
(Publicado en la revista "Edificación Cristiana", año 1.976, Núm 4)


lunes, 20 de mayo de 2013

Albores de la Obra del Señor en Vigo (Redactado en 1.976).


 
"La obra del Señor aquí, en Vigo, data ya de los principios de este siglo; pues allá por el año 1.910 llegaron a Galicia un grupo de hombres de Dios que han sido los primeros "pioneros" que abrieron los surcos en esta tierra gallega, la cual estaba "reseca y dura" por el desconocimiento de Dios y el evangelio de Su Gracia. Uno de dichos pioneros (además de otros que trabajaron en otros pueblos) se llamaba don Tomás Berkley, con su esposa doña María; estos abnegados siervos de Dios, juntamente con algunos creyentes que ya había en Vigo, fueron los que edificaron la Capilla Evangélica en la calle Pi y Margall (hoy General Aranda, 25), la iglesia iba creciendo por la fidelidad de aquellos que habían encontrado en Cristo a un Salvador perfecto y eterno que a la vez llenaba por completo los corazones y las almas de todos aquellos que le aceptaban y le seguían para servirle con gozo y con honra; ya que el testimonio evangélico siempre ha sido muy notable en esta ciudad, pues realmente los siervos del Señor que al principio vinieron a Galicia no solamente han entregado una doctrina sana y santa, sino que "han enseñado todo el consejo de Dios".
Este siervo de Dios, don Tomás, tuvo la visión de extender el Evangelio por las afueras de la ciudad, y muy en seguida se abrió Obra en San Vicente de Trasmañó, Morgadanes, Oleiros, San Pedro de Sárdoma y Lavadores, etc.
Allí, en Sárdoma, los vecinos vinieron a buscar a don Tomás para que fuera a dicha Aldea a predicarles el Evangelio (pues se habían enfadado con el cura) y para ello prepararon el Salón "La Aurora de Sárdoma" (era un salón vecinal), luego, a los pocos meses, harían las "paces" con el cura y todo quedaba sin efecto; sin embargo, aquellos buenos vecinos han puesto los bancos que habían construido para dicho salón a la disposición de don Tomás. Allá por el año 1.933, don Tomás, juntamente con los hermanos de calle Pi y Margall, 31, se acercaron a la zona de Lavadores y comenzaron a predicar el Evangelio al aire libre en los barrios y en las eras.
El Señor ha bendecido la "semilla" de Su santa Palabra, y varios vecinos aceptaron el Evangelio de la gracia de Dios; luego ya se predicaba no solamente al aire libre, sino que había buenas oportunidades de visitar en las casas aquellos familiares de los nuevos convertidos, a los cuales se le testificaba del grande amor del Señor.
Cuando ya había un buen grupo de creyentes en esta zona, don Tomás alquiló un bajo de una casita, se acondicionó un poquito, y una vez por semana se tenía un culto de evangelización; muchos se burlaban, "pero el Señor seguía añadiendo a la Iglesia a los que se salvaban". Luego se hicieron cultos también el domingo hasta que al estallar el Movimiento quedó clausurado este local. Pero todos los creyentes siguieron con el testimonio en la calle G. Aranda, 31. En el año 1.938, era promovido a la casa del Padre, en Inglaterra, don Tomás Berkley, y después, en el año 1.940, lo sería doña María, la cual ha sido sepultada en San Vicente, después de servir al Señor cuarenta años en España.
 
(Continuará)
 
(Redactado por Josué González y publicado en la revista "Edificación Cristiana", núm 4, año 1.976)
 Foto: don Tomás Berkley

lunes, 6 de mayo de 2013

Comienzo de la obra evangélica (AA.HH) en Perlio. Fene (Prov. de La Coruña)



Hace unos años que nuestro amado hermano don Ramiro Vázquez Rivas reside en Perlío, con su señora, hijos y nietos. También los tiene en Ares, en donde su obra para el Señor y el servicio al pueblo de Dios es motivo de constante agradecimiento. Pero en Perlío, después de reuniones regulares en casa, acaba de inaugurar en el mes corriente de mayo un local adjunto a su casa, expresamente preparado para atraer a los vecinos. Oremos que esta obra traiga bendición a las almas. La industria de los astilleros y el afán de esta vida produce mucho materialismo en aquel pueblo. ¡Cuán importante, pues, es el privilegio de ser “Sal de la tierra” y “Luz del mundo”!
En conclusión, al elevar a Dios nuestro ¡EBENECER!, recordemos lo que nos manda el Señor de la mies: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lc 21:36). “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mat. 28:20)

(Publicado por Jorge de M. Davis en “Edificación Cristiana”, año 1.977, núm.  5)