lunes, 20 de mayo de 2013

Albores de la Obra del Señor en Vigo (Redactado en 1.976).


 
"La obra del Señor aquí, en Vigo, data ya de los principios de este siglo; pues allá por el año 1.910 llegaron a Galicia un grupo de hombres de Dios que han sido los primeros "pioneros" que abrieron los surcos en esta tierra gallega, la cual estaba "reseca y dura" por el desconocimiento de Dios y el evangelio de Su Gracia. Uno de dichos pioneros (además de otros que trabajaron en otros pueblos) se llamaba don Tomás Berkley, con su esposa doña María; estos abnegados siervos de Dios, juntamente con algunos creyentes que ya había en Vigo, fueron los que edificaron la Capilla Evangélica en la calle Pi y Margall (hoy General Aranda, 25), la iglesia iba creciendo por la fidelidad de aquellos que habían encontrado en Cristo a un Salvador perfecto y eterno que a la vez llenaba por completo los corazones y las almas de todos aquellos que le aceptaban y le seguían para servirle con gozo y con honra; ya que el testimonio evangélico siempre ha sido muy notable en esta ciudad, pues realmente los siervos del Señor que al principio vinieron a Galicia no solamente han entregado una doctrina sana y santa, sino que "han enseñado todo el consejo de Dios".
Este siervo de Dios, don Tomás, tuvo la visión de extender el Evangelio por las afueras de la ciudad, y muy en seguida se abrió Obra en San Vicente de Trasmañó, Morgadanes, Oleiros, San Pedro de Sárdoma y Lavadores, etc.
Allí, en Sárdoma, los vecinos vinieron a buscar a don Tomás para que fuera a dicha Aldea a predicarles el Evangelio (pues se habían enfadado con el cura) y para ello prepararon el Salón "La Aurora de Sárdoma" (era un salón vecinal), luego, a los pocos meses, harían las "paces" con el cura y todo quedaba sin efecto; sin embargo, aquellos buenos vecinos han puesto los bancos que habían construido para dicho salón a la disposición de don Tomás. Allá por el año 1.933, don Tomás, juntamente con los hermanos de calle Pi y Margall, 31, se acercaron a la zona de Lavadores y comenzaron a predicar el Evangelio al aire libre en los barrios y en las eras.
El Señor ha bendecido la "semilla" de Su santa Palabra, y varios vecinos aceptaron el Evangelio de la gracia de Dios; luego ya se predicaba no solamente al aire libre, sino que había buenas oportunidades de visitar en las casas aquellos familiares de los nuevos convertidos, a los cuales se le testificaba del grande amor del Señor.
Cuando ya había un buen grupo de creyentes en esta zona, don Tomás alquiló un bajo de una casita, se acondicionó un poquito, y una vez por semana se tenía un culto de evangelización; muchos se burlaban, "pero el Señor seguía añadiendo a la Iglesia a los que se salvaban". Luego se hicieron cultos también el domingo hasta que al estallar el Movimiento quedó clausurado este local. Pero todos los creyentes siguieron con el testimonio en la calle G. Aranda, 31. En el año 1.938, era promovido a la casa del Padre, en Inglaterra, don Tomás Berkley, y después, en el año 1.940, lo sería doña María, la cual ha sido sepultada en San Vicente, después de servir al Señor cuarenta años en España.
 
(Continuará)
 
(Redactado por Josué González y publicado en la revista "Edificación Cristiana", núm 4, año 1.976)
 Foto: don Tomás Berkley

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