domingo, 26 de diciembre de 2010

Poesía: ¡Qué íntimo te hiciste!

¡Qué íntimo te hiciste!
De que lejos viniste, ¡oh Príncipe del Alba!
¡Qué lejos tu palacio! ¡Qué lejos tu país!
Tenías tu morada en cumbre inaccesible,
Vivías en la llama de eterno resplandor.

De qué lejos viniste, Señor y no obstante
Qué intimo te hiciste cuando llegado aquí,
Tu pabellón asientas en medio de los hombres,
Tan ciegos y dañados, y empiezas tu misión.

Qué íntimo te vemos... Aun más que un hermano.
Suprema maravilla, ¡Tú lo quisiste así!
Aun más que un hermano y más que un amigo;
Y más que un maestro y más que un protector.

Te adentras voluntario en nuestras amarguras,
Con un amor que nadie pudiera concebir.
Con qué amor afrontas el juicio y la sentencia
De nuestro desvarío y nuestra transgresión.

Por eso, anonadado, mis ojos te contemplan
En ese pobre y frío establo de Belén.
¡Qué poco comprendemos de tu amor soberano!
¡Pero, Señor, te amamos con todo el corazón!

(M. San León Herreras, extracto del poema: ¡Qué íntimo te hiciste!)

lunes, 20 de diciembre de 2010

Actividad solidaria: “Dorcas” (1.935)

Ahora lo llamaríamos ONG “Dorcas” pero éste fue el comienzo de esta “actividad solidaria” que aún en algunas iglesias celebran...

“Hace más de un año que ha existido en Madrid un grupo de jóvenes, quienes, hábiles con sus dedos en el manejo de la aguja y ganchillo, con corazones dispuestos a ayudar en la obra del Señor, han dado de su tiempo, fuerzas y dinero para la confección de ropas para las familias de nuestros Evangelistas, y es en admiración de esta noble idea y de quienes la han tenido y llevado a la práctica, que redactamos estas cuatro líneas. Hemos visto el contenido de cuatro hermosos paquetes que se han preparado de prendas bonitas y útiles, durante el año pasado, y el valor que éstas representan para los que las reciben ha sido manifiestamente demostrado por las cartas de efusiva gratitud que han acusado recibo de las mismas. Buena idea habéis tenido, queridas jóvenes, la celebramos y nos congratulamos por el buen éxito de vuestra empresa, la que ante los ojos de Dios, sin duda, es de gran estimación. ¡Que Él os bendiga y prospere grandemente en vuestra labor para Él y sus siervos, que bien lo merecen y necesitan tanto de vuestra ayuda. Deseamos que en otros Centros haya quienes os imiten en formar otros grupos “Dorcas” y en hacer lo que habéis hecho y hacéis...
(Caso de no ser factible la organización de un grupo, el de Madrid recibirá gustosamente la colaboración de cuantas hermanas, deseosas de ayudar, quieran enviar ropas ya hechas, material o dinero para hacerlas, con el fin de distribuirlas entre las familias con que comunican.)”

Revista “El joven cristiano”, Enero de 1.935

lunes, 13 de diciembre de 2010

Father of Faith Missions, The Life and Times of Anthony Norris Groves by Robert Bernard Dann, Authentic Media, Carlisle, 2004

El libro en inglés que entra a formar parte de la colección de libros de CEFB vuelve a las mismísimas raíces del movimiento de los Hermanos. Robert Dann hace un examen detallado de la época y la vida del modesto Groves, quien tuvo una influencia enorme desde la publicación de su libro “Devoción Cristiana”. Esta obra desafió a la generación de los años 1830 a una vida sacrificada de fe en Dios y en nadie más. Su nombre no se menciona al lado de los conocidos como Guillermo Carey y Hudson Taylor pero su obra pionera alcanzó muchas esferas de pensamiento en el mundo evangélico. Groves respondió la llamada de Dios y partió con su familia a Bagdad y a la India, dejando todo atrás por causa del evangelio. No se consideró un evangelista notable, pero su carácter y sus ideas moldearon a las personas que le siguieron, tal como él seguía a Cristo.

El libro fue parte de la investigación doctoral de Dann sobre la iglesia y las estrategias misioneras. Más allá de una biografía misionera, traza la influencia que Groves ejerció sobre otras iniciativas misioneras y sobre el movimiento de “las asambleas de hermanos” en general. Unos años más tarde, en 2007, Dann publicó un segundo libro, más especializado, sobre Groves, también fruto de su investigación doctoral. “The Primitivist Missiology of Anthony Norris Groves – a radical influence on nineteenth-century Protestant mission”, Tamarisk Books, Chester, 2007. Anteriormente escribió un libro en 1992 sobre la historia de las Iglesias del norte de Africa, “This Holy Seed”.

No es la primera vez que la vida de Groves ha sido examinada con la idea de identificar las autenticas raíces del vigor de la llamada de Dios a Su iglesia a la misión. G. H. Lang, un radical de los años 1920, también escribió sobre Groves, llamando al movimiento a volver a “los senderos antiguos” ( Jer. 6.16). La diferencia es que Lang empezó con una tesis a la que hizo conformar su trato de Groves. Groves tuvo una catolicidad nacida de su estrecha comunión con el Señor y su amplia comunión entre creyentes de trasfondos muy distintos que no admitiría las teorías “particularistas” de Lang.

Groves volvió a Bristol y falleció en la casa de su cuñado en 1853. Curiosamente, aunque fue enterrado en el conocido camposanto de Arnos Vale en Bristol, debido al deterioro de este lugar, su lápida sólo ha sido descubierta recientemente cuando se realizó obras de limpieza en esa sección del cementerio en 2006.

Sobre el libro en cuestión, Alexander Strauch, conocido conferenciante del Littelton Bible Chapel en los EE.UU., opina “Es una detallada biografía de Anthony Norris Groves de primera. Esta biografía de un realismo brutal cautivará y moverá toda la gama de emociones y de pensamiento. Como hizo en las personas de su propia generación, la vida de Groves y su pensamiento os causará abrir vuestras Biblias de nuevo y recapacitar sobre la devoción del cristiano, sobre la unidad y entidad de la Iglesia, la llamada a evangelizar el mundo y la fe personal en Dios”.



Redacción: Ken Barrett

lunes, 6 de diciembre de 2010

Millón y medio de ejemplares en los últimos diez años en España.

Los colportores eran vendedores itinerantes de la Biblia (o porciones de ella), y su trabajo fue esencial en la extensión del evangelio en el pasado. En la revista “El joven cristiano” (15 de Febrero de 1.934) encontramos una reseña de su trabajo en la distribución de las Escrituras:

“Sobre la aridez de las cifras florece un hecho. Contado a ejemplar por persona, o por mejor decir, a persona por ejemplar, un millón y medio de españoles han recibido de la mano de colportores de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, en los últimos diez años, un ejemplar de la Palabra de Dios.
¡MILLÓN Y MEDIO! De cada veinte españoles, uno. De cada veinte casas, cuatro, suponiendo las familias, una con otra, de cuatro miembros.
Unos, los menos, han recibido una Biblia completa. ¡Qué tesoro, para el hombre, para la mujer; pero, sobre todo, para el jovencito, para la muchacha! Yo me acuerdo cuando leía la Biblia en mi niñez, cuando ya era un muchacho, y en mi juventud. ¡Qué universo más espléndido abrió ante mis ojos! Y con su vista y contemplación estoy encantado aún hoy.
Otros han recibido sólo un Nuevo Testamento. Los colportores han encontrado luego algunos de estos Nuevos Testamentos en las cestas de costura de las aldeanas, en los zurrones de los pastores y en los bolsillos de los artesanos. Sin contar otros a los cuales falta algo del principio de San Mateo y algo del fin del Apocalipsis, lo cual no siempre es mal signo, pues quiere decir que han sido usados. Alguno ha tenido que ser rescatado del estercolero, con el asombro de la pobre mujer que lo había echado allí por instigación del cura..., sin haberlo leído.
Los más han recibido un Evangelio, o la colección de los Evangelios. O un Proverbios, o un Job, o un Daniel, o un Salmos, “Estos libros no son como los demás libros”, dicen mucho que paladean el estilo sublime y divino de la Sagrada Escritura. Pensemos que hubo quien jamás habría leído nada en su vida, y jamás había pensado comprar un libro (como no fuese un librillo de papel de fumar), y se encuentra de manos a boca, por así decirlo, con la sabiduría de Salomón, las profundidades de sentir y pensar de Job en su aflicción, el heroísmo de Daniel y sus compañeros en al cautividad, o el magnífico “Himnario de Israel” que es los Salmos.
El que nada tiene y nada va a tener, necesita lo mejor. El que va a leer sólo un libro, necesita la Biblia (y el que va a leer muchos, también). El que no va a tener maestros humanos, necesita el Maestro Divino en su Santa Palabra y la guía eficaz del mismo Espíritu de Dios.
“Esto es lo que se debe hacer –dijo una señora en Rubielos de Mora a un colportor- , propagar el Evangelio. Es estos pueblos estamos muy necesitados de ello, porque los curas no nos lo han enseñado. ¡Qué bueno debe ser usted y quien le manda!”.
“Cada día que leo este libro –dijo uno en otro pueblo al mismo colportor-, me interesa mucho más que lo lean los jóvenes, para que se enteren que sin Dios no podemos vivir.”
“Conozco estos libros –dijo aún otro-, y por lo que puedo entender, cambian las personas y los corazones. He conocido personas blasfemas y ateas que después de leer estos libros estaban transformadas.”...
Adolfo Araujo

Pensamiento: Sigamos distribuyendo la Palabra en nuestros días...
Foto: Adolfo Araujo