domingo, 31 de mayo de 2009

Claudia Chesterman y “El libro de Cheques del Banco de la fe”

Claudia fue la hija pequeña de los misioneros ingleses George y Elisabeth Chesterman que desarrollaron su labor principalmente en La Coruña y sus contornos hasta 1909 cuando regresaron a su país natal. Dos de sus hijas se quedaron en España, entre ellas Claudia, que pasó a la presencia del Señor en Linares (Jaén) muy joven debido a una fiebre tifoidea, pero antes nos dejó el legado de traducir el conocido libro de devocionales de Spurgeon “El libro de Cheques del Banco de la fe”, del inglés al español.
En el prólogo de la primera edición leemos:
“C. H. Spurgeon goza de una fama internacional, y bien fue llamado el Príncipe de los predicadores.
Por más que una generación, sus oyentes en Londres cada domingo se contaron por miles, y por muchos años por medio de la imprenta, su sermón semanal se circuló por un sin número de ciudades y aldeas.
Las Sagradas Escrituras fueron la fuente de sus discursos elocuentes. Desde la plataforma y por medio de la pluma apacentaba así las ovejas del Buen Pastor, y su tema siempre fue la compasión de Dios y la Pasión de Cristo.
Muchas de sus obras han sido traducidas en varias lenguas, y ahora se presenta a los creyentes en España y en las Américas este libro traducido por mi hija Claudia Chesterman. Visto que hace poco durmió en el Señor, deseo añadir unas pocas palabras acerca de ella.
Nuestra amada hija menor, Claudia, nació en La Coruña, donde mi esposa y yo estábamos ya hacía muchos años, habiendo venido yo a España en el año 1876. En su más tierna juventud halló a Cristo y confesó su fe en el Salvador. Al cabo de pasar yo unos treinta y tres años en España volvimos a Inglaterra, y después de algunos años salieron dos de nuestras queridas hijas a la obra del Señor en Linares.
Por mucho tiempo las dos hermanas tenían por costumbre leer las porciones diarias de esta obra, y lo hicieron con tanto provecho para sus almas que al fin Claudia fue constreñida a traducir el libro entero, para que los españoles gozaran de un tesoro tan rico y celestial. Este servicio de amor y su vida misionera terminaron juntos.
En 1927, el 11 de septiembre, Claudia durmió en el Señor, de resultas de una fiebre tifoidea.
Fue enterrada en el Cementerio Británico en Linares en presencia de cuatrocientas almas conmovidas.
Ausente en el cuerpo está presente con el Señor” Jorge Chesterman (Bath, Inglaterra, Junio de 1930)

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