1.- ¿Cuál es la más urgente necesidad del cristianismo actual?
“Las iglesias evangélicas han dado un maravilloso paso de avance y , desde luego, la necesidad urgente e inmediata es que las iglesias en general y cada creyente en particular sean conscientes de este paso de avance: de la realidad de este paso, de su naturaleza, y de su demanda. Es un momento de “acción” aunque parezca lo contrario; pide la actividad de cada creyente dentro de la iglesia y, en consecuencia, pide desarrollo y orientación. Este desarrollo no se consigue sino por el Espíritu y esta orientación sólo la conseguiremos por la Palabra.”
2.- ¿Cree usted que el cristiano de hoy en día, ora tanto y como es necesario?
“Nunca se ora demasiado. Y sin que mis palabras quieran decir que no se ora o que se ora poco creo que no hemos llegado a orar todo lo necesario. La oración, al igual que la Palabra proporciona orientación. Sin embargo hay algo en la oración que lo hace indispensable e insustituible. Vitaliza y da una seguridad preciosa y además una sana satisfacción de que hemos hecho lo que debíamos: buscar la ayuda de nuestro Dios. Y sabemos que Él es Fiel. Yo no sé cuántos creyentes creerán que oran como los siervos de Dios en la Biblia.”
3.- ¿Cuál es la condición, o condiciones, que cree usted necesarias para que hay un despertamiento entre el pueblo de Dios?
“En realidad es el Espíritu de Dios quien despierta a las almas y a la Iglesia. El Espíritu no se equivoca ni descuida esta obra. Así que la condición indispensable para un despertamiento es no resistir al Espíritu. Ahora bien, el pecado en una u otra forma, insensibiliza el corazón, le ciega y endurece. En consecuencia en el fondo de la cuestión hay que empezar por el arrepentimiento y limpieza de los corazones. Tras esto viene toda la demás suficiencia del Espíritu y de Cristo.”
4.- ¿Cree usted que existía más celo entre la juventud cristiana de antes en servir al Señor, que en la de ahora?
“Creo que celo por servir al Señor se da en la juventud de hoy al igual que se dio en la juventud de antes. Sólo que las circunstancias hacen que el celo se proyecte de diferente forma. Hoy hallan los jóvenes más oportunidad para el servicio que pudiéramos llamar de la iglesia y así aparece una mayor “actividad”. Hoy el joven busca el trabajo de la iglesia; antes se miraba más el testimonio personal. Claro es que no digo que hoy este testimonio haya sido olvidado y menos desaparecido. Pero antes se miraba esto casi como meta. Hoy la mayoría de los que quieren “servir”, quieren como dije, una actividad de la iglesia y en la iglesia."
“Las iglesias evangélicas han dado un maravilloso paso de avance y , desde luego, la necesidad urgente e inmediata es que las iglesias en general y cada creyente en particular sean conscientes de este paso de avance: de la realidad de este paso, de su naturaleza, y de su demanda. Es un momento de “acción” aunque parezca lo contrario; pide la actividad de cada creyente dentro de la iglesia y, en consecuencia, pide desarrollo y orientación. Este desarrollo no se consigue sino por el Espíritu y esta orientación sólo la conseguiremos por la Palabra.”
2.- ¿Cree usted que el cristiano de hoy en día, ora tanto y como es necesario?
“Nunca se ora demasiado. Y sin que mis palabras quieran decir que no se ora o que se ora poco creo que no hemos llegado a orar todo lo necesario. La oración, al igual que la Palabra proporciona orientación. Sin embargo hay algo en la oración que lo hace indispensable e insustituible. Vitaliza y da una seguridad preciosa y además una sana satisfacción de que hemos hecho lo que debíamos: buscar la ayuda de nuestro Dios. Y sabemos que Él es Fiel. Yo no sé cuántos creyentes creerán que oran como los siervos de Dios en la Biblia.”
3.- ¿Cuál es la condición, o condiciones, que cree usted necesarias para que hay un despertamiento entre el pueblo de Dios?
“En realidad es el Espíritu de Dios quien despierta a las almas y a la Iglesia. El Espíritu no se equivoca ni descuida esta obra. Así que la condición indispensable para un despertamiento es no resistir al Espíritu. Ahora bien, el pecado en una u otra forma, insensibiliza el corazón, le ciega y endurece. En consecuencia en el fondo de la cuestión hay que empezar por el arrepentimiento y limpieza de los corazones. Tras esto viene toda la demás suficiencia del Espíritu y de Cristo.”
4.- ¿Cree usted que existía más celo entre la juventud cristiana de antes en servir al Señor, que en la de ahora?
“Creo que celo por servir al Señor se da en la juventud de hoy al igual que se dio en la juventud de antes. Sólo que las circunstancias hacen que el celo se proyecte de diferente forma. Hoy hallan los jóvenes más oportunidad para el servicio que pudiéramos llamar de la iglesia y así aparece una mayor “actividad”. Hoy el joven busca el trabajo de la iglesia; antes se miraba más el testimonio personal. Claro es que no digo que hoy este testimonio haya sido olvidado y menos desaparecido. Pero antes se miraba esto casi como meta. Hoy la mayoría de los que quieren “servir”, quieren como dije, una actividad de la iglesia y en la iglesia."
Entrevista publicada en la revista "El camino" (Julio de 1.953)
Recomendamos leer la breve reseña biográfica que el periodista J. Antonio Monroy escribió en "Protestante digital" titulada: "Obra poética de Mariano San León"
Foto: Mariano San León es el primero por la derecha.
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