Este grueso tomo, de más de 700 páginas, es una reedición de la autobiografía que se publicó inmediatamente después del fallecimiento de Muller en 1898, por su mismo yerno y sucesor como director del SKI[1], James Wright. Aunque la edición en nuestro poder está en inglés, es de obligación incluir un ejemplar en la biblioteca del CEFB, primero porque Muller era un referente en cuanto al movimiento de las AA.HH. en Gran Bretaña y muchos otros países, y, también, por la reiterada exposición de la determinación de Muller, y del SKI, de recibir su sustento por medio de la oración de fe solo.
La autobiografía da el testimonio de salvación de Muller y luego una colación de los informes anuales que, desde los orfanatos y el Instituto, se enviaron para contar cómo el Señor les había ayudado y guiado durante el año. Tal vez, en parte, influenciado por su cultura teutónica, Muller cuenta los detalles de las historias con gran exactitud. Es más probable que él veía la providencia del Señor en su oportunidad y en las circunstancias, y no sólo en las cantidades que él y sus ayudantes recibían para la obra. El efecto cumulativo de la provisión y guía diaria del Señor en cada aspecto de la obra del evangelio en la cual estuvo involucrado, puede dejar al lector insensible a la magnitud del impacto que tuvo el ministerio de este hombre.
Esta biografía no debería confundirse con otros tomos de los escritos de Muller, también editados para beneficiar a un público evangélico ávido de las “aventuras de fe” y del ministerio itinerante que Muller ejerció en su ancianidad. Hay “Narratives & Addresses” publicado en dos tomos por Dust and Ashes Publications, aparte de la obra en cuestión. Merece notar que cuando el predicador norteamericano A. T. Pierson propuso a Muller escribir una biografía más breve que sus cuatro volúmenes de informes anuales, Muller no veía la necesidad, aunque accedió a la sugerencia finalmente. El tomo de Pierson es en sí monumental pero más conocido. De eso tenemos constancia en los mismos estantes de CEFB, porque la edición original, de 1899, fue distribuido gratuitamente a cada misionero en el extranjero, incluyendo, seguramente, a varios de los hermanos de Gran Bretaña que servían en España en aquella época.
Puede ser que su longeva energía y las exigencias del ministerio superaran las fuerzas de las dos mujeres que el Señor le dio (la segunda falleció unos años antes de su propia partida para estar con el Señor). Lo que sí es seguro, es que las reflexiones de Muller sobre su vida de dependencia del Señor en el día a día, es “una huerta de verdad de frutos que edifican la fe”, en las palabras de John Piper. Entonces para los que tienen conocimientos suficientes del inglés, hay en este solo volumen, fuentes de historia directamente de Muller que cumplen su declarado propósito de testificar del Dios vivo que aun hoy oye y responde a la oración de Sus Hijos.
La autobiografía da el testimonio de salvación de Muller y luego una colación de los informes anuales que, desde los orfanatos y el Instituto, se enviaron para contar cómo el Señor les había ayudado y guiado durante el año. Tal vez, en parte, influenciado por su cultura teutónica, Muller cuenta los detalles de las historias con gran exactitud. Es más probable que él veía la providencia del Señor en su oportunidad y en las circunstancias, y no sólo en las cantidades que él y sus ayudantes recibían para la obra. El efecto cumulativo de la provisión y guía diaria del Señor en cada aspecto de la obra del evangelio en la cual estuvo involucrado, puede dejar al lector insensible a la magnitud del impacto que tuvo el ministerio de este hombre.
Esta biografía no debería confundirse con otros tomos de los escritos de Muller, también editados para beneficiar a un público evangélico ávido de las “aventuras de fe” y del ministerio itinerante que Muller ejerció en su ancianidad. Hay “Narratives & Addresses” publicado en dos tomos por Dust and Ashes Publications, aparte de la obra en cuestión. Merece notar que cuando el predicador norteamericano A. T. Pierson propuso a Muller escribir una biografía más breve que sus cuatro volúmenes de informes anuales, Muller no veía la necesidad, aunque accedió a la sugerencia finalmente. El tomo de Pierson es en sí monumental pero más conocido. De eso tenemos constancia en los mismos estantes de CEFB, porque la edición original, de 1899, fue distribuido gratuitamente a cada misionero en el extranjero, incluyendo, seguramente, a varios de los hermanos de Gran Bretaña que servían en España en aquella época.
Puede ser que su longeva energía y las exigencias del ministerio superaran las fuerzas de las dos mujeres que el Señor le dio (la segunda falleció unos años antes de su propia partida para estar con el Señor). Lo que sí es seguro, es que las reflexiones de Muller sobre su vida de dependencia del Señor en el día a día, es “una huerta de verdad de frutos que edifican la fe”, en las palabras de John Piper. Entonces para los que tienen conocimientos suficientes del inglés, hay en este solo volumen, fuentes de historia directamente de Muller que cumplen su declarado propósito de testificar del Dios vivo que aun hoy oye y responde a la oración de Sus Hijos.
Ken Barrett
[1] Instituto para el Conocimiento de las Escrituras.
2 comentarios:
Su testimonio es un testimonio de fe,amor y esperanza en Dios,el cual debemos seguir como verdaderos hijos de Dios.
Francisco García
En podría conseguir este libro, ya sea en ingles o español?
Alguien que me pueda envíar alguna direccion donde lo pueda conseguir.
De ya les agradezco.
Bendiciones!
fgarciag77@hotmail.com
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