lunes, 27 de junio de 2011

El primer culto evangélico transmitido por radio en España. (Año 1.935)

"Gijón.-
Durante la Semana Santa la Iglesia Romana principal de esta ciudad transmitió, por la Emisora Local, dos misas y sermones, y esto nos hizo pensar en la posibilidad de radiar nuestro culto aniversario el 9 de octubre.
Desde luego, no faltaban los que decían que sería todo inútil, pues en primer lugar no era fácil que la Emisora lo admitiera. Y aunque accediera, sus socios cooperadores –o la parte fanática- saldrían con tantas pestes y amenazas, que la Emisora se consideraría obligada a retirar su promesa. Además, estando todavía en estado de alarma, no sería probable que el Gobernador general diese la necesaria autorización. Todas razones poderosas e irrefutables. Pero contando con la ayuda de Dios, empezamos las gestiones, no dejando de orar mucho.
El primer paso adelante fue cuando la Emisora nos prometió solemnemente que no haría distinciones, y que estaba completamente dispuesta a transmitir el culto. Luego visitamos al Sr. Gobernador general, quien autorizó el acto en seguida.
Hasta aquí todo fue bien, pero cuando se empezó a anunciar la transmisión, llegó la tormenta. Una Comisión visitó al Gerente de la Emisora con ruegos que pronto fueron reemplazados por amenazas, pero sin poder conseguir nada. Algunos fueron (según hemos oído) al Sr. Gobernador el mismo día de la transmisión, aunque es de suponer que tuvieron la sensatez de dejar atrás las amenazas. Pero tampoco pudieron lograr nada, y esperamos que llegaron otra vez a Gijón a tiempo para oír el culto.
Así llegamos a la noche del culto, sabiendo que muchas oraciones estaban subiendo al Señor de diferentes partes de España. Y pudimos ver pronto que el Señor estaba atendiendo, pues la transmisión fue perfecta. Empezamos con el himno “Oh Cordero celestial”,y luego nuestro hermano don Fernando Vangioni, de Buenos Aires, nos guió en oración. Después de la lectura de Isaías 53 -¡cuántos habrán oído por primera vez aquellas benditas palabras!- cantamos el himno “Peregrino en el desierto”. Dicho sea de paso, los himnos causaron una grata impresión a los radioyentes. Luego D. Fernando predicó por treinta y cinco minutos, y el Señor estaba al lado de Su siervo de un modo muy evidente mientras que anunció a Cristo crucificado. No hubo otro tema; nada de defendernos a nosotros, nada de ataques contra el Romanismo; y este hecho sólo produjo muchos comentarios favorables. El último himno fue: “¿Vagas triste y angustiado?”, las hermanas cantando la pregunta y los hermanos la contestación. La Bendición puso fin a un culto memorable. Un joven se quedó para decirnos que había aceptado a Cristo como su Salvador. ¡Alabado sea el Señor!.
El día siguiente pudimos recoger impresiones de cómo fue oído en todo Gijón. Indudablemente millares estaban escuchando, y todos los comentarios indicaron que los radioyentes estaban muy impresionados. Si no hubiera hecho otra cosa, habrá abierto los ojos de muchísimos a la falsedad de las acusaciones lanzadas contra nosotros. Sabemos que en la calle principal, los cafés tenían sus aparatos funcionando con toda la clientela escuchando. Supongo que es la primera vez que tantas personas en España han “asistido” a un culto evangélico. La semilla ha sido sembrada y oramos que mucha se encuentre en buena tierra.
Los otros cultos especiales durante la semana han sido bien asistidos y D. Fernando muy apoyado en la palabra. Varios han profesado recibir a Cristo como Salvador. "


Juan Biffen.

(Revista “El joven cristiano”, Núm. 83. Noviembre de 1.935)

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