El pasado día 1 de marzo se celebró en la iglesia evangélica de la calle Teruel (Barcelona), un hermoso culto, al objeto de encomendar a la obra del Señor a nuestro querido hermano y apreciado colaborador Don JUAN SOLÉ HERRERA a quien el Señor ha llamado para ayudar a los hermanos que están contendiendo por la fe en la joven iglesia de Zaragoza. El espacioso local donde tuvo lugar la reunión se llenó por completo de hermanos que deseaban así expresar su comunión con el encomendado.
Abrió el acto D. Enrique Haselden, anciano de la iglesia de Mistral a la que hasta aquí perteneció, y en la que trabajó como anciano, D. Juan Solé. Hizo resaltar su paso de fe al dejar una buena posición en una importante casa comercial, y subrayó el hecho de que, al desprenderse de uno de sus mejores dones, la iglesia de Mistral hacía su mejor ofrenda a la iglesia hermana de Zaragoza. Seguidamente, cinco hermanos ancianos, representando otras tantas iglesias afines (Teruel, Párroco Triadó, Pinar del Río, Marqués del Duero y Mistral), dieron breves mensajes de adhesión y aliento al hermano, y guiaron a la congregación en súplicas al Señor.
Don Juan Solé hizo uso de la palabra, basando su mensaje en 1ª de Pedro 4:10-11. En una hermosa exposición de estos versículos, hizo promesa de mantenerse fiel a toda la Palabra de Dios, “para que en todas cosas sea Dios glorificado por Jesucristo”.
El último mensaje estuvo a cargo de D. Ernesto Trenchard, anciano de la iglesia de Marqués del Duero, quien habló de Ezequiel 40:1-44 exhortando al siervo de Dios a dejarse conducir por Él al “monte alto” de la comunión con el Señor, donde las cosas se ven tal como realmente son, y donde el Señor nos enseña primero el mensaje que luego hayamos de dar. Una sentida oración puso fin a la hermosa reunión.
Abrió el acto D. Enrique Haselden, anciano de la iglesia de Mistral a la que hasta aquí perteneció, y en la que trabajó como anciano, D. Juan Solé. Hizo resaltar su paso de fe al dejar una buena posición en una importante casa comercial, y subrayó el hecho de que, al desprenderse de uno de sus mejores dones, la iglesia de Mistral hacía su mejor ofrenda a la iglesia hermana de Zaragoza. Seguidamente, cinco hermanos ancianos, representando otras tantas iglesias afines (Teruel, Párroco Triadó, Pinar del Río, Marqués del Duero y Mistral), dieron breves mensajes de adhesión y aliento al hermano, y guiaron a la congregación en súplicas al Señor.
Don Juan Solé hizo uso de la palabra, basando su mensaje en 1ª de Pedro 4:10-11. En una hermosa exposición de estos versículos, hizo promesa de mantenerse fiel a toda la Palabra de Dios, “para que en todas cosas sea Dios glorificado por Jesucristo”.
El último mensaje estuvo a cargo de D. Ernesto Trenchard, anciano de la iglesia de Marqués del Duero, quien habló de Ezequiel 40:1-44 exhortando al siervo de Dios a dejarse conducir por Él al “monte alto” de la comunión con el Señor, donde las cosas se ven tal como realmente son, y donde el Señor nos enseña primero el mensaje que luego hayamos de dar. Una sentida oración puso fin a la hermosa reunión.
Revista “El camino”. Nº 88 Abril de 1.952
No hay comentarios:
Publicar un comentario