Los días más tranquilos del estío nos dieron el tiempo para crear una pequeña sección de literatura infantil y juvenil, paralela a la colección general. Estos libros no son nuevas adquisiciones, sino que llevan muchos años ‘perdidos’ en las estanterías, y ahora queremos sacarlos a relucir. No se trata solamente de cuentos e historias bíblicas para niños, sino de libros que abarcan una variedad de temas, y es de esperar que, con el tiempo, se pueda añadir otros títulos. De hecho, puesto que casi todos los volúmenes remontan a los años ’50 y ’60, sería muy interesante adquirir unas publicaciones posteriores a estas fechas para ver cómo se ha desarrollado la literatura cristiana juvenil en español en los últimos cuarenta años.
Como es de suponer, dada la época, la mayoría de estos libros fueron publicados en el extranjero. Porque, si fue difícil en aquellos años publicar literatura cristiana para adultos, seguramente habría sido aun más arriesgado sacar libros para mentes más tiernas e ‘inocentes’. Por eso hemos de aplaudir el esfuerzo de los que hicieron lo imposible por introducir este material en España.
Podemos empezar con una serie de tres títulos por Miguel Valbuena Cabarga quien, por cierto, partió con el Señor este año. Son relatos cortos, queridos por muchos, que originalmente fueron emitidos por radio desde Tánger (Trans World Radio) y, posteriormente, publicados como libros: Tita María y sus sobrinitos; ¡Vacaciones!; El niño Jesús. Son todos relatos bíblicos contados de otra manera para captar la imaginación de los niños y así acercarles a las Escrituras.
Existe cierto vínculo con este autor y la siguiente, ya que Patricia St. John dedicó su vida a trabajar como enfermera misionera en un hospital de Tánger. Al mismo tiempo fue una escritora prolífica, cuyos libros para niños han sido traducidos a 40 idiomas. Estas no son narraciones bíblicas, sino historias ficticias que encierran importantes verdades espirituales, aunque sin ser meros vehículos para una enseñanza o moraleja: las historias tienen su propio interés. El secreto del bosque (Uruguay, 1958) y Amor en las cumbres son sus dos obras más conocidas e, incluso, han sido llevadas al cine.
También contamos con una variedad de ejemplos, menos conocidos, de esta clase de literatura. Podemos citar: La araña invencible (relatos cortos), publicado en Argentina en 1966 por un misionero escocés, Gordon M. Airth; y Las aventuras de Andrés (1968) por el conocido predicador norteamericano, Oswald J. Smith.
Dos títulos, con tapas duras, vienen de la imprenta de las Iglesias Reformadas de Argentina, con una presentación muy pulcra, de 1968 y 1970 respectivamente: La oración del vagabundo de Oscar Mingorance, y La promesa: historia de un pequeño esclavo romano de Ruth Mehl.
Una de las piezas más interesantes es la traducción de un cuento francés, hecha por alguien muy cercano al CEFB: Pablo LeMore. Se trata de El faro sobre la roca y la biblioteca cuenta con dos ejemplares, uno publicado en México en 1969, el otro en Madrid un año más tarde. Pero no es la única obra originalmente escrita en francés, también está Mario, el niño del sur, de Magdalena Secretan, publicado en este caso por Clie.
Los relatos del misionero médico australiano Paul White tuvieron un éxito muy grande en su inglés original y deleitaron a varias generaciones de niños, llevándoles a experimentar, por la imaginación, situaciones y aventuras totalmente diferentes y, por entonces, inalcanzables. En la biblioteca hay cinco títulos de la serie ‘Médico del África’, traducidos por Arnoldo Canclini y publicados en Argentina: El médico y el león; El médico y los hechiceros; El médico y el ciego; El médico y el veneno.
Por último podemos mencionar dos libros, uno que vio la luz en Madrid allá por 1965 o 1966, escrito por Mari Franco y publicado por la editorial fundada por Juan Antonio Monroy en ese mismo año: Irmayol. El título del libro es Horas gratas. El otro es una novela juvenil, es decir para adolescentes, publicada en Argentina en 1967: ¡Mayor que nuestro corazón! de Jacobo Vartanian.
Si alguien está pensando en desprenderse de unos libros infantiles cristianos,¡ nos interesaría saberlo!
Como es de suponer, dada la época, la mayoría de estos libros fueron publicados en el extranjero. Porque, si fue difícil en aquellos años publicar literatura cristiana para adultos, seguramente habría sido aun más arriesgado sacar libros para mentes más tiernas e ‘inocentes’. Por eso hemos de aplaudir el esfuerzo de los que hicieron lo imposible por introducir este material en España.
Podemos empezar con una serie de tres títulos por Miguel Valbuena Cabarga quien, por cierto, partió con el Señor este año. Son relatos cortos, queridos por muchos, que originalmente fueron emitidos por radio desde Tánger (Trans World Radio) y, posteriormente, publicados como libros: Tita María y sus sobrinitos; ¡Vacaciones!; El niño Jesús. Son todos relatos bíblicos contados de otra manera para captar la imaginación de los niños y así acercarles a las Escrituras.
Existe cierto vínculo con este autor y la siguiente, ya que Patricia St. John dedicó su vida a trabajar como enfermera misionera en un hospital de Tánger. Al mismo tiempo fue una escritora prolífica, cuyos libros para niños han sido traducidos a 40 idiomas. Estas no son narraciones bíblicas, sino historias ficticias que encierran importantes verdades espirituales, aunque sin ser meros vehículos para una enseñanza o moraleja: las historias tienen su propio interés. El secreto del bosque (Uruguay, 1958) y Amor en las cumbres son sus dos obras más conocidas e, incluso, han sido llevadas al cine.
También contamos con una variedad de ejemplos, menos conocidos, de esta clase de literatura. Podemos citar: La araña invencible (relatos cortos), publicado en Argentina en 1966 por un misionero escocés, Gordon M. Airth; y Las aventuras de Andrés (1968) por el conocido predicador norteamericano, Oswald J. Smith.
Dos títulos, con tapas duras, vienen de la imprenta de las Iglesias Reformadas de Argentina, con una presentación muy pulcra, de 1968 y 1970 respectivamente: La oración del vagabundo de Oscar Mingorance, y La promesa: historia de un pequeño esclavo romano de Ruth Mehl.
Una de las piezas más interesantes es la traducción de un cuento francés, hecha por alguien muy cercano al CEFB: Pablo LeMore. Se trata de El faro sobre la roca y la biblioteca cuenta con dos ejemplares, uno publicado en México en 1969, el otro en Madrid un año más tarde. Pero no es la única obra originalmente escrita en francés, también está Mario, el niño del sur, de Magdalena Secretan, publicado en este caso por Clie.
Los relatos del misionero médico australiano Paul White tuvieron un éxito muy grande en su inglés original y deleitaron a varias generaciones de niños, llevándoles a experimentar, por la imaginación, situaciones y aventuras totalmente diferentes y, por entonces, inalcanzables. En la biblioteca hay cinco títulos de la serie ‘Médico del África’, traducidos por Arnoldo Canclini y publicados en Argentina: El médico y el león; El médico y los hechiceros; El médico y el ciego; El médico y el veneno.
Por último podemos mencionar dos libros, uno que vio la luz en Madrid allá por 1965 o 1966, escrito por Mari Franco y publicado por la editorial fundada por Juan Antonio Monroy en ese mismo año: Irmayol. El título del libro es Horas gratas. El otro es una novela juvenil, es decir para adolescentes, publicada en Argentina en 1967: ¡Mayor que nuestro corazón! de Jacobo Vartanian.
Si alguien está pensando en desprenderse de unos libros infantiles cristianos,¡ nos interesaría saberlo!
Redacción: Alison Barrett
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